Google ha actualizado su filtro de llamadas y de spam y ha limitado lo que los usuarios pueden hacer para filtrar las llamadas. Antes estos controles eran mucho más precisos, de forma que se pudiera jugar con los ajustes de la función.

Con ellos se podía identificar una llamada como spam, un número probablemente falso, alguien que nos llamaba por primera vez y como un número privado u oculto. Se podía cambiar la forma en la que el filtro respondía, de forma que se pudiese automatizar el recharzarlas o cogerlas contando con un vasto abanico de opciones.

El nuevo sistema que el filtro presenta ahora ha reducido las opciones drásticamente. Ahora mismo sólo ofrece tres niveles de protección:

Básico: actúa sólo sobre las llamadas de spam.

Medio: actúa sobre las llamadas de spam y las llamadas sospechosas.

Máximo: bloquea todos los números desconocidos que llamen al usuario.

Es cierto que de esta manera se simplifica mucho cómo funcionan los controles antispam, pero se limita la capacidad de tratar cada tipo de llamada de forma diferente. De esta manera, si bien se automatizan todos los procesos, se quita poder de decisión al usuario. Este es quien, en última instancia, debe tener control total sobre sus llamadas.

Por ahora parece ser que el despliegue de esta actualización está siendo limitado.

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